Cuando llegaron al estudio querían
unas fotografías familiares naturales y espontáneas en blanco y negro. Objetivo cumplido.
Una sesión que quedará para el
recuerdo y que, además, con el paso de los años adquirirá más valor del que
ahora pueda tener. Sin duda, la mejor herencia que podrás dejar a tus hijos
serán los buenos recuerdos.
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